viernes, diciembre 29, 2006
Todos vamos a ser James Bond
Me llegó un mail desde La Plata, Argentina, que dice: "que termine bien el año y empiece mejor aun el 007".
Y entonces me di cuenta: el próximo año todos somos James Bond, todos subimos de categoría y lo hicimos porque hubo muertes (interpretación simbólica por favor), dos muertes que nos hicieron grandes y mejores. Y todos vamos a usar nuestra "licencia para matar" para acabar con lo malo, lo feo, lo negativo.
Todos vamos a ser James Bond y la fortuna nos va a sonreír. No por nada el remake de Casino Royale es la más popular de todas las cintas de la saga. No por nada el martini está de vuelta desde hace varios meses ya (aunque ahora sea con vodka). No por nada lo pasé tan bien viendo esa película.
Habrá que practicar el nuevo mantra entonces: "Mi nombre es Bond, James Bond".
Cheers!
jueves, diciembre 28, 2006
10 cosas que amo de Baires
Esta es una lista que comencé a hacer hace mucho rato ya, pero como mi tiempo frente a un pc con internet estaba en Baires limitado por mis ingresos, nunca tuve la plata para sentarme durante horas a divagar y escribir lo que quería. Hasta ahora.
1) Sus edificios: caminar por Baires es una de las mejores cosas que le puede pasar a un ser humano. La ciudad completa te sonríe y siempre tiene alguna esquina reservada para que te sorprendas con un edificio demasiado bello para ser verdad. Los que más me gustan son los que parecen haber sido cortados a lo largo, dejando sus costados con superficies lisas y unas mini ventanitas que se asoman. Parecen de juguete y eso me fascina.
2) Su cartelera de estrenos: mi película favorita del año (Nadie sabe, Dare mo shiranai de Hirokazu Koreeda) la vi en el cine Cosmos, de calle Corrientes. Para alguien que viene de un país como Chile, donde las joyitas del cine mundial se pillan más en dvd que en fílmico, esta bella y muy nutrida cartelera de estrenos es lo mejor.
3) Calle Corrientes: mi mayor acto de liberación del año consistió en caminar por Corrientes escuchando música. Hay algo casi místico en acercarse al Obelisco lentamente, con el vaivén propio de quien va caminando. La 9 de Julio se da a conocer de forma coqueta y sólo cuando se llega a ella desde Corrientes se produce ese fenómeno especial donde parece que la ciudad se reorganiza desde cero partiendo desde ese lugar. En ese preciso instante Buenos Aires me pertenece a mí y a nadie más.
4) Las palabras: aunque el tono de voz con el que hablan los locales se maneja en varios decibeles más de los que estoy acostumbrada, simplemente adoro su manera de hablar. Porque la piscina es pileta, la polera es remera, el refrigerador es heladera, el metro es subte y el closet es placard. Mi palabra favorita sin duda alguna: cho-lu-lo, básicamente porque el gossip nunca se escuchó mejor.
5) Las pastas (frescas): sí, ok, el ítem comida podía incluir las 4 categorías siguientes, pero resulta un buen ejercicio detenerse en cada detalle. Las pastas acá son el paraíso y le permitieron a esta joven sobrevivir 4 meses sin comer chocolates (por la manda hecha para obtener el Corfo). La vida entera es más fácil y bonita si de comida rápida consiste en gnoquis de papa o ravioles rellenos con ricota y verduras.
6) Las aguas: con 40 grados C de sensación térmica y 75% de humedad consumir líquido pasa a ser fundamental, pero cuando hablamos de aguas saborizadas con limón, lima, pomelo, naranja, manzana y durazno, entonces beberlas es necesario para ser feliz. Lejos mi top one Villa del sur de manzana, seguida por Ser naranja/durazno y Nestlé de pomelo. Si hasta el gas puede desaparecer sin que nadie lo extrañe.
7) Los quesos: los en crema y los sólidos, en láminas o en trozo, todos, pero todos competían unos con otros para ser los más ricos y todos ganaban al mismo tiempo, justo cuando estaban en mis galletas, mi pan o directamente en mi boca.
8) La tienda de Arcor (a.k.a. otra razón para amar Corrientes): si se soñó alguna vez con ganar el ticket mágico de los chocolates de Willy Wonka para conocer su fábrica, entrar a la tienda de Arcor que está casi al llegar al Obelisco está muy cerca de ser lo mismo. Justo al fondo se ubican unos cajones de vidrio transparente que llegan hasta el techo (y más allá), repletos de gomitas, dulces y chocolates.
9) Las tormentas eléctricas: entro a comprar algo y cuando salgo llueve a cántaros. Llueve y llueve y la ciudad sigue funcionando, con las gotas gigantes cayendo, con la gente esperando que pase escondida debajo de los balcones, con los relámpagos centellando y los truenos rugiendo. De lujo.
10) El Amante Escuela: mi pequeño refugio individual/intelectual, el lugar con los tipos más piolas y las chicas más divinas del planeta, películas por millones y más dvds de los que se pueden ver en esta vida.
Qué más se puede pedir?
domingo, octubre 22, 2006
Hace calor
Y mucho, pero mucho.
En estos días se hace realidad esa historia que tantas veces escuché sobre el calor que hace en Baires. Calor que en las noches no cede (en Santiago de Chilito querido resfresca por la noche), que arrastra aire tibio y que viene acompañado de humedad. Ese calor que te obliga a dormir con el ventilador encendido, que te hace perder el pijama en la mitad de la noche y que te obliga a agradecer el sonido de la calle porque la ventana abierta es mejor que morir derretido en el interior. Ese calor que te obliga a lavarte el pelo todos los días (adiós a mi intento de disminuir la grasitud de mi cabello forzándolo a acostumbrarse a permanecer sucio durante dos días) y a ducharte con agua fría.
Hace mucho calor en Baires!!!!!!!!!
Y no sé qué hacer porque estamos recién en octubre y yo este finde ya estrené mi look de faldita, chalas y poleras sin mangas. O sea, no tengo cómo vestirme menos!!!!!!!!!!
martes, octubre 10, 2006
La lluvia cae sobre París
No sobre París precisamente, pero si tomamos en cuenta que mi sobrinito me gritaba "que te vaya bien en París" (confusión propia de un niño de casi cuatro años que tiene a dos tías en el extranjero, una en Baires (yo) y otra más glamorosa en París), la canción aplica bien porque llueve sobre Baires mientras mi sobrino cree que estoy en París.
Llueve en plena primavera, casi religiosamente cada tres días ya que la temperatura sube mucho. Se enfría Baires con la lluvia y se condensa también, porque la humedad que ya era brutal pasa a ser más brutal aún.
Pero estamos en Baires al fin, con Corfo aprobado (tan sólo tardaron cerca de mes y medio en decir que sí) y con cuatrimestre a medias pero bien encausado.
Me gusta estar en Baires cuando llueve.
lunes, septiembre 11, 2006
Crédito Corfo o cómo perder la fe en el sistema
Hasta noviembre del año pasado trabajé en una corporación política que buscaba reencantar a los jóvenes con la política. Se trataba de continuar con un desafío personal que partió en cuarto medio con mi postulación al centro de alumnos de mi colegio y que siguió con el centro de alumnos de mi primer año en periodismo justo después de aburrirme a morir con las obligaciones estudiantiles y eternas discusiones casi sin sentido de la mítica toma de sociales en la Chile el año 1997.
Entrar a trabajar en esa corporación fue mi manera de reencantarme con la política y trabajé en ella por más de dos años, por un sueldo bastante mínimo y la precariedad propia de este tipo de instituciones que no pertenecen a la derecha.
Mi salida fue abrupta, hasta fea, motivada por un también abrupto recorte de fondos y avisada por teléfono un mes después de mandar mails para saber cuándo se dignarían a pagarme los pocos pesos que me debían. Pero aun así mantuve mi fe en la política como alternativa.
Hasta hoy.
Mi novio es bastante conservador y eso nos ha llevado a varias discusiones agotadoras, pero de alguna manera las pude sostener hasta ahora porque podía defender cada punto que se cuestionaba cual Mujer Maravilla con sus brazaletes mágicos. Hasta ahora.
Desde abril vivo y estudio en Baires, con unos horarios que abarcan gran parte de mi día. Más bien todo mi día, todos los días. Me fui con ahorros y apostando a que saldría pronto la beca del Fondo de Fomento Audiovisual, al cual postulé con un proyecto de Formación en crítica y teoría de cine en Argentina. Como los fondos tardaron mucho en salir (las bases aparecieron dos meses más tarde de lo programado y los resultados se sabrán, supongo, en octubre), decidí optar por mi plan B: Crédito Corfo para estudios de post grado.
Bueno, todo mal.
El Crédito Corfo para estudios de post grado es en verdad un crédito al cual se opta, si uno no está trabajando porque básicamente pasa todo el día estudiando, presentando un aval que además de ganar cerca de un millón mensual debe tener patrimonio. Léase por lo bajo un auto, aunque en realidad tiene que ser una casa. Es un crédito que en verdad entregan los bancos de la banca privada y donde el Banco Estado brilla por su ausencia. Es, por lo tanto, un crédito que se da según las normas de estos bancos, las que además del super aval incluyen una tasa de interés que bordea el 7% anual, donde si pides 4 millones vas a tener que pagar 2 millones en intereses. Es un crédito donde la Corfo pasa la plata pero el banco decide a quién se la da, sumando sus propias reglas como que el mínimo a solicitar es de 500 UF (cerca de 8 millones), aunque las normas de la misma Corfo no establecen un mínimo, sólo un máximo, y que puede ser solicitado sólo por carreras tradicionales. Es decir, una periodista como yo, salida incluso de la Católica, no es material de crédito para uno de estos bancos.
Mi Plan B me ha tenido hasta ahora tres semanas extras en Chile, perdiendo las clases que pretendo pagar con el crédito que no me quieren dar. La última negativa fue precisamente por una "política del banco", que consiste en sumarle al aval la deuda de su cónyugue, que como resultó ser hipotecaria generaba un universo de deuda impegable.
Entonces hoy hablo por teléfono con mi novio, que está en Baires, y él me dice que cuando vuelva tenemos que hablar sobre todo este tema de las políticas educativas del gobierno y del Estado de las que tanto hablaba yo con orgullo en el pasado, y a mi me pasa que esta vez no tengo cómo defender mi punto, porque mi punto es indefendible.
No estoy pidiendo las 3 mil UF máximas que se pueden solicitar. Nop, sólo pido 4 millones y estoy dispuesta a pagarles groseros 2 millones de intereses porque no tengo otra manera de costear los estudios porque estoy todo el día estudiando. Entonces si mis papás no me pueden mandar plata y no tengo tiempo para trabajar -porque mi magíster es brutalmente exigente, además de extremadamente largo y quiero sacarlo lo antes posible- básicamente no puedo hacer nada más. Cruzar los dedos de que salga el Fondo luego y me gane la beca, porque para posgrados humanistas en Argentina la oferta de becas no es especialmente grande.
Si es un Crédito Corfo para estudios de postgrado, ¿por qué tengo que lidiar con un banco que me somete a reglas incluso más estrictas que las del crédito hipotecario o de consumo? La verdad no lo sé y esta vez sí que no tendré manera alguna de defender al sistema, porque oficialmente he perdido la fe en él.
lunes, agosto 07, 2006
Jugando de visita
Ahora estoy en Chile, pronta a cumplir casi tres semanas de visita vacacional y urgida porque para variar he tardado en mis trámites y tengo que sacar el crédito Corfo antes de irme. Me tengo que ir el 17 sí o sí, por lo que espero que mi buena fortuna me ayude de nuevo a salir del paso pese a mi pajerismo burocrático. Mañana vamos al banco y si todo sale bien regreso a Baires con un mínimo de dignidad para la vida asegurada.
Bueno, para variar desvariando.
Estoy en Chile!!!!!!!!! Pero ahora jugando de visita, porque me tengo que devolver a mi nueva locación -que será mi locación por al menos dos años más- y la verdad la sensación es entrete.
Primero, estoy protegida por viaje, lo que significa que todos son gentiles conmigo y debo estar atravesando la fase más popular de mi existencia. Sólo superada por las dos semanas anteriores a mi partida.
Segundo, nada mejor que venir de visita para probar la gastronomía local, porque uno agenda desayunos, almuerzos, tecitos y cenas. Lo malo es que ya subí los kilitos bajados y ya nadie encuentra que llegué tan flaca como llegué.
Tercero, es cómo tan rico ver a todos los seres preciosos de nuestra vida a quienes nos veíamos en tanto tiempo, volver a escuchar sus voces, ver sus caras, sentir su abrazo. Todo lo que es top!!!!.
Cuarto, por la dinámica que tengo con mi gente no me siento tan perdida de sus vidas, es como volver a conectarse pero si tener que hacer grandes retrocesos o puestas al día. Es casi como si los hubiera dejado de ver por un fin de semana nada más.
Quinto, es maravilloso saber que se han comenzado a echar raíces en otra parte, porque aunque estoy cómo tan feliz acá, más feliz todavía me hace saber que pronto vuelvo a toda mi vida en Baires. Se extraña Baires.
Y claro, se extraña al novio que se quedó allá!!!!!!!
Estoy oficialmente jugando de visita.
viernes, julio 07, 2006
El día y la noche son amigos
Eso me lo contó mi sobrinito bello, el otro día, cuando llamé a Chile para dar señales de vida. Creo que es lo que más me gusta de llamar a Chile, que el Nico me responda el teléfono y me hable como si nos hubiéramos visto ayer, notar cómo ha crecido por las expresiones que utiliza y por supuesto, saber que me recuerda y quiere.
Ayer le conté que voy a viajar luego y me dijo: "Voy a estar esperándote acá en mi casita". Así vale la pena cruzar la cordillera, porque mi pequeño padawan espera por mí.
jueves, junio 15, 2006
Dos meses y 5 días
no me resulta hacerme un ratito para escribir, es complicado. tengo muchas ganas de tener internet las 24 horas del día y pasar una buena tarde frente al computador con no otra obligación que actualizar mi blog de manera más constante. pero bueno, se hace lo que se puede.
baires sigue igual de bonito, con lluvias espectaculares que incluyen rayos y relámpagos. la ventana de la cocina da a una suerte de techo de la terraza, por lo que mientras uno está tratando de preparar el almuerzo puede ver cómo caen rabiosas las gotas de lluvia. el problema es cuando esta lluvia maravillosa es acompañada con humedad y es casi como si el aire estuviera a punto de transformarse en agua en un segundo. mi punto débil es la baja presión y acá suele estar así, por lo que me quedo tirada en la cama sin mucha capacidad de hacer nada.
sigo extrañando chile una barbaridad, pero de a poco estoy construyendo mi mundo por estos lados: los viernes sagrados para ver películas (ahora estamos en musicales) y desayunar en patota con mis compañeros de el amante, las caminatas por lavalle después de clases mientras pelamos a todo el mundo con las chicas, ir a comprar helado con mi novio, recorrer rivadavia en busca de página 12 y golosear con los millones de chocolates y quesos que hay acá.
supongo que me estoy acostumbrando porque el otro día al maldecir dije: eres un boludo!!!!!!
ojo que dije eres, no sos.
baires sigue igual de bonito, con lluvias espectaculares que incluyen rayos y relámpagos. la ventana de la cocina da a una suerte de techo de la terraza, por lo que mientras uno está tratando de preparar el almuerzo puede ver cómo caen rabiosas las gotas de lluvia. el problema es cuando esta lluvia maravillosa es acompañada con humedad y es casi como si el aire estuviera a punto de transformarse en agua en un segundo. mi punto débil es la baja presión y acá suele estar así, por lo que me quedo tirada en la cama sin mucha capacidad de hacer nada.
sigo extrañando chile una barbaridad, pero de a poco estoy construyendo mi mundo por estos lados: los viernes sagrados para ver películas (ahora estamos en musicales) y desayunar en patota con mis compañeros de el amante, las caminatas por lavalle después de clases mientras pelamos a todo el mundo con las chicas, ir a comprar helado con mi novio, recorrer rivadavia en busca de página 12 y golosear con los millones de chocolates y quesos que hay acá.
supongo que me estoy acostumbrando porque el otro día al maldecir dije: eres un boludo!!!!!!
ojo que dije eres, no sos.
jueves, mayo 11, 2006
Un mes y un día
Ayer se cumplió el primer mes de mis potenciales dos años en Baires (potenciales porque mi maestría es muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy larga) y la verdad es que estoy feliz.
Pasé toda la primera semana metida en la pieza, sin ganas de salir más que a la esquina. Recuerdo que recién pude salir más allá de 100 metros a la redonda ese sábado, para ir a lo del Bafici. Pasé una semana triste pero lloré mucho menos de lo que creía iba a llorar. Ha sido un poco así, no he llorado tanto. Extraño una brutalidad, pero ya no lloro, al menos no tanto.
Lo que me gusta de este mes cumplido, que además tiene una conotación bella porque cumplo un mes viviendo con alguien por primera vez y ese alguien es mi novio bello, es que celebro un mes cargado de fuerza, de descubrir una fuerza que no sabía estaba allí.
Hoy comencé otro día con esta sensación de chica superpoderosa y me encanta.
Pasé toda la primera semana metida en la pieza, sin ganas de salir más que a la esquina. Recuerdo que recién pude salir más allá de 100 metros a la redonda ese sábado, para ir a lo del Bafici. Pasé una semana triste pero lloré mucho menos de lo que creía iba a llorar. Ha sido un poco así, no he llorado tanto. Extraño una brutalidad, pero ya no lloro, al menos no tanto.
Lo que me gusta de este mes cumplido, que además tiene una conotación bella porque cumplo un mes viviendo con alguien por primera vez y ese alguien es mi novio bello, es que celebro un mes cargado de fuerza, de descubrir una fuerza que no sabía estaba allí.
Hoy comencé otro día con esta sensación de chica superpoderosa y me encanta.
domingo, abril 30, 2006
Transmitiendo desde Baires
Técnicamente hablando este post está tres semanas atrasadas, pero la verdad me acomoda empezar a transmitir ahora y no antes, cuando la vida era un desastre y entre miedos y poca ubicación opté por quedarme los tres primeros días recluída.
Ya estoy en Baires, ya me vine con todas mis maletas (aunque dejé un par de discos) y la verdad todo funciona bien. D-i-v-i-n-o-!
No hay conexión permanente a internet, lo que hace más complicado escribir, pero no importa, porque todo marcha bien.
Vamos de a poquito y hasta ahora el viaje es total.
jueves, abril 06, 2006
Brindaremos por ti
Tengo el pasaje de ida en mi mano, lo fui a comprar hoy. Mientras me acercaba al terminal de buses -el glamour se pierde cuando hay poca plata- volvió a mí esa sensación de que tuve un asma jamás diagnosticada y me cuesta demasiado respirar. Hiperventilación le decimos con mis amigas y durante esta semana me ha afectado varias veces.
Las razones? Contemos:
1) Me voy a vivir oficialmente fuera del núcleo familiar (ahora vivo con mi hermana y el sobrino más bello del mundo).
2) Me voy a vivir a otro país.
3) Me voy a hacer un magíster.
4) Me voy a vivir con mi novio.
R-e-p-i-t-o: Me voy a vivir con mi novio, a otro país, lejos de mi familia y mientras hago un magíster!!!!!!!!!!!!!!!!
Supongo que es imposible no hiperventilarse, de hecho, es lo más natural del mundo. Pero lo bonito de todo este proceso de hiperventilación es que cada vez que me cuesta respirar hay alguien en quien apoyarme, esté presente o no. Me explico, todo el mundo ha hecho referencia a la valentía que implica mi acto de cruzar la cordillera y la verdad es que no saben lo fácil que puede ser partir cuando tienes amigos y una familia tan increíbles que mientras te abrazan con pena al despedirte al mismo tiempo te dan el impulso que necesitas para partir.
Duele irse, no voy a mentir, duele irse porque voy a perderme toda esa cotidianeidad que hace tan bellas a las relaciones humanas. Pero los lazos son tan fuertes que ahora construimos una relación con una nueva dinámica.
Entonces de alguna manera esa hiperventilación sirve para darse cuenta de lo afortunada que vuelvo a ser, que soy desde que nací, que he sido a medida que avanza mi vida y que soy cada vez que mi padre hace un discurso, una amiga levanta una copa o un amigo me da un abrazo.
Tengo el pasaje en la mano y quería dar las gracias por la fuerza que tengo hoy al partir, que no existiría si no fuera por mi maravillosa familia y los mejores amigos(as) que se puede tener.
viernes, marzo 31, 2006
lunes, marzo 27, 2006
Fortuna
La Rae define fortuna como:
1. f. Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito.
2. f. Circunstancia casual de personas y cosas.
3. f. Suerte favorable.
Y afortunado(da) como:
1. adj. Que tiene fortuna o buena suerte.
2. adj. Que es resultado de la buena suerte.
3. adj. Feliz, que produce felicidad o resulta de ella.
El sábdo en la mañana, mientras veía a mi novio dormir, estaba pensando en lo afortunada que soy. En las últimas tres semanas todo el mundo me ha retado por ser tan gruñona con él, porque básicamente soy super gruñona todo el rato. Me estreso fácil y los días han sido especialmente complejos últimamente. El viaje a baires, los matrimonios de mis amigas, las despedidas, el (des)orden, la pega, todo. Pero él sigue ahí, abrazándome, dándome besos en la frente y susurrando en mi oído que todo va a salir bien.
Mi novio vino los primeros días de marzo para asistir a dos matrimonios y la verdad es que no puedo ser más feliz. Mi novio es pura fortuna, sólo suerte favorable para mí y cada vez me resulta más fácil ir descubriendo la serie de sucesos que nos han unido. Mi novio me quiere y me cuida todo el tiempo, aunque esté furiosa, aunque esté estresada, aunque tenga pena, aunque esté enojada con él.
Mi novio me tranquiliza cuando creo que no puedo más y -robándole parte del discurso a mi amiga que se casó- saca lo mejor de mí.
En estos días confirmé la sensación que tuve hace más de un año ya, esa idea de que valía la pena esperar al otro lado de la cordillera por el mejor momento para partir a su lado. Pienso en lo difícil que fue estar separados, en todas los problemas que tuvimos que atravesar, los miedos, la pena (porque chupalla que hubo pena) y la distancia tremenda que tanto daño nos hizo a veces. Pero eso ya quedó atrás y aunque sé que vendrán nuevos dolores y nuevas distancias, tengo en mí la certeza de hacer lo correcto, lo que quiero, lo mejor.
En dos semanas estaré llena de la pena por dejar acá a mi familia bella, a mi sobrinito hermoso, a mis amigas maravillosas, a mis adorados leidos, a las niñas, al zombie, a la vale, a la pipina y tantos más. Pero al mismo tiempo estaré empezando una etapa nueva, donde el comienzo no puede ser más auspicioso: llegar a los brazos de mi novio, quien estará esperando por mí para comenzar juntos esta nueva etapa.
martes, marzo 21, 2006
Y quedan dos semanas de pega
Menos en verdad, porque sólo tengo nueve días de trabajo por delante y éste ya va por la mitad.
Es extraño porque cuando llegué a trabajar a este lugar venía por poco tiempo, era suerte de plan de apoyo al triste periodo que vendría por terminar con mi ex y sin embargo en total cumpliré un año y cuatro meses de labores. En estos días mi jefa decide quién será mi reemplazo y no puedo evitar tener penita por marcharme.
No sé si alguna vez hablé de mi jefa, pero es una gran persona. Topísima como me gusta decir. Con ella no sólo he aprendido un montón sobre el mundo de la comunicación estratégica sino que además he credido harto como ser humano. Suena cursi, lo sé, pero me da lo mismo. Es tan bueno cuando encuentras jefes que la llevan porque son capaces de verte más allá de las circunstancias. Tendrán que comprender, yo suelo ser una mujer muy eficiente, escribo bien, soy matea en cuanto a investigar se trata pero me resulta imposible llegar temprano. Entonces mi jefa se adapta a eso y yo llego media hora más tarde pero me voy media hora después y así de simple. Además, vivir con el sobrino implica una serie de ajustes que a veces no manejas (si no llega la nana, si el jovencillo en cuestión decide huir pilucho por la casa porque no se quiere vestir para ir al jardín, si no hay nana en lo absoluto) y que si bien no afectan tu trabajo si complican tu horario. Sumarle a eso un jefe poco comprensivo sería brutal.
Y no ha sido sólo eso, están también mis jaquecas, mis huidas a baires para ver a mi novio, mis funciones de prensa, mis ayudantías. Hay miles de cosas y más, y no hay problema, hay sólo retos menores.
Y está también el diseñador de mi oficina, que debe ser uno de los hombres más tiernos del mundo entero. Los préstamos de música, de películas, los datos de ropa y las miles de paleteadas para regalar discos más lindos o enviar una invitación de cumpleaños producida.
Para mi cumpleaños me regalaron una maleta preciosa y un té de toffe demasiado rico para ser verdad. Tuve una celebración bella-bella con desayuno rico y natural, y cuando cumplí un año en la pega me llevaron a almorzar al Magnolia porque me moría por conocerlo. Sólo gestos bellos, de parte de dos personas absolutamente bellas.
Entonces, aunque soy feliz porque al menos por una semana podré despertarme un poco más tarde (la siguiente me encontrará en baires levantándome tempranito para las clases de cine), pensar que sólo quedan dos semanas acá es muy triste. Es triste porque quedan miles de proyectos y comunicados por armar, porque mi compañerita nueva es en verdad un amor y nos llevamos de lujo, porque la vida en estos lados va a seguir y ya no seré parte de ella.
Cuando entré a periodismo jamás pensé terminaría trabajando en comunicaciones y sin embargo ahora estoy increíblemente contenta de haber pasado por este lugar.Voy a extrañarlos mucho, mucho-mucho.
jueves, febrero 02, 2006
Y quedarían dos meses señores y señoras
Me da un poco dolor de guata y temo que, como se suele creer, al contar no resulte ya.
Voy a postular al magister en Cultura y Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Sí, me voy, después de un año entero de preguntarme, de dudas, de una ayudantía en Dirección Audiovosual en la PUC y visitas a mi gurús he decidido que el mejor lugar en el que puedo estar ahora es Buenos Aires. Bueno, es más bien un sí condicional (ese que no lleva acento), pero me gusta creer que sí va a ocurrir.
El punto es que entre tanto trámite para conseguir certificados, firmas, timbres, notas y cartas de recomendación he estado un poco evitando el tema de asumir lo que significaría irme para allá. Pero ayer me avisaron de la U.B.A. que las clases comienzan en abril y eso significa que tengo que estar allá en abril.
Infinito dolor de guata...
Estar en abril allá implica más que una mudanza que todavía no tengo muy claro cómo haré. Implica que me quedan dos meses acá, en Santiago, en Chile. Implica que me quedan dos meses de pega, de regaloneo con mi sobrino, de carretar con mis amigas, de hablar con mis hermanas, de ver casi nunca a mis padres, de almorzar donde mi abuela, de llegar a mi depto.
Insisto, infinito dolor de guata...
Yo lo estaba medio pateando porque pensaba que si los resultados estaban a fines de marzo era imposible empezar en abril. Pero no, los resultados están a más tardar en esa fecha y las clases empiezan sí o sí en abril.
Nervioso todo, nervioso todos los trámites que quedan, las postulaciones, el tiempo de espera, la respuesta, la postulación a una beca, buscar un buen curso de crítica allá, etc.
Y en verdad ni siquiera son 60 días, porque febrero tiene apenas 28.
Voy a postular al magister en Cultura y Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Sí, me voy, después de un año entero de preguntarme, de dudas, de una ayudantía en Dirección Audiovosual en la PUC y visitas a mi gurús he decidido que el mejor lugar en el que puedo estar ahora es Buenos Aires. Bueno, es más bien un sí condicional (ese que no lleva acento), pero me gusta creer que sí va a ocurrir.
El punto es que entre tanto trámite para conseguir certificados, firmas, timbres, notas y cartas de recomendación he estado un poco evitando el tema de asumir lo que significaría irme para allá. Pero ayer me avisaron de la U.B.A. que las clases comienzan en abril y eso significa que tengo que estar allá en abril.
Infinito dolor de guata...
Estar en abril allá implica más que una mudanza que todavía no tengo muy claro cómo haré. Implica que me quedan dos meses acá, en Santiago, en Chile. Implica que me quedan dos meses de pega, de regaloneo con mi sobrino, de carretar con mis amigas, de hablar con mis hermanas, de ver casi nunca a mis padres, de almorzar donde mi abuela, de llegar a mi depto.
Insisto, infinito dolor de guata...
Yo lo estaba medio pateando porque pensaba que si los resultados estaban a fines de marzo era imposible empezar en abril. Pero no, los resultados están a más tardar en esa fecha y las clases empiezan sí o sí en abril.
Nervioso todo, nervioso todos los trámites que quedan, las postulaciones, el tiempo de espera, la respuesta, la postulación a una beca, buscar un buen curso de crítica allá, etc.
Y en verdad ni siquiera son 60 días, porque febrero tiene apenas 28.
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