Incertidumbre

A mediados de febrero del año pasado experimentaba la misma sensación, este miedo a lo que venía porque no tenía muy claro nada de lo que iba a pasar. Las razones eran distintas, pero el temor es bastante parecido pues si bien son otros los problemas y desafíos, tengo tan pocas certezas como hace un año y eso aumenta la sensación de desamparo.

No se supone que de un año para el otro evolucionamos, crecemos, nos desarrollamos, vamos hacia adelante? Será acaso que todos mis avances van por dentro y por ello no los puedo ver, no los puedo tocar, no los puedo enumerar o poner frente a mí como se hace con aquello que es material.

Volver a Baires con un duelo a medio procesar y con otro aún más grande que recién comienza (y me va a acompañar por siempre). Volver a Baires sin saber muy bien cómo y dónde se va a vivir porque las cosas siempre consiguen complicarse más, como si ya no fuera difícil (aunque necesario) estar lejos por unos meses. Volver a Baires sabiendo que ésta es la última vez que vuelvo para residir de forma permanente porque el plan es volver a Chile. Pensar en volver a Chile justo cuando todos se están yendo porque es el año de la crisis y retornar es un absurdo.

Necesito certezas, muchas certezas y tengo tan pocas. Necesito creer que las cosas se van a arreglar, que este año sí será un año bueno, un año tranquilo, un año que me cuide, un año que por favor no me lastime. Necesito arraigarme, de alguna forma echar raíces en un lugar, en un espacio, en una persona. Necesito certezas, muchas certezas...