Me pasó el miércoles pasado, en una cena de despedida que me organizó una de mis amigas de Santiago city. Sentadas todas, comiendo, tomando, celebran y riéndonos de una manera que pensé estaba perdida, pero que al mismo tiempo era nueva. Sentadas todas, con ataque de risa, me golpeó mi epifanía: mi cambio de código postal ha implicado un sacrificio más grande de lo que había sido capaz de asimilar, porque me estaba perdiendo eso, a mis amigas, esas conversaciones, esas risas, esa felicidad tremenda por la fortuna por tenerlas en mi vida cada día. Y se me llenaron los ojos de lágrimas, me dio una pena tremenda al pensar en todo lo que me había perdido y por primera vez me planteé la posibilidad de no tener que partir de nuevo porque ya había encontrado mi casa.
Pero no lloré y en cambio celebré el honor de tenerlas en mi vida pese a la distancia.
domingo, marzo 16, 2008
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4 comentarios:
That's the spirit!!
xxx
¿Y cómo te ha tratado el otoño de por allá?
¿Y cómo te ha tratado el otoño de por allá?
¿Y cómo te ha tratado el otoño de por allá?
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