viernes, abril 06, 2007

Baires versión 2007 (o el largo camino a la segunda casa)


Alguna vez han tenido un sueño en el cual viajan a un lugar y se les queda todo? Bueno señoras y señores, esta jovencita experimentó el sueño en la realidad y fue MUY poco agradable.

Mi venida a Baires se había pospuesto ya varios días porque no tenía depto donde quedarme y porque mi stress pre viaje llegaba a tales niveles que por el bien de mi complexión facial opté por viajar el martes 27 de marzo. Y uno supondría que si el viaje se atrasa se cuenta con más tiempo para hacer las maletas... permítanme decir JA! Empecé con las maletas el lunes (ojo que antes igual medio había agrupado mis cosas) y terminé casi al borde del llanto el martes a las 13:55, cuando el señor del transfer consideró que adelantar el horario en que me iba a buscar sería excelente idea. El tema es que guardé como pude lo que tenía a mano, dejé el mayor desastre del mundo en el living de la casa de mis padres, no pude ni emocionarme al decirle adiós a mis seres queridos y terminé por armar las maletas en el aeropuerto (ojo que no era la única).

Y aunque logré tranquilizarme y la gente de Gol fue de lo más linda al ignorar los cerca de 10 kilos de sobrepeso de mi equipaje, el vuelo fue una versión latina del vuelo de Lost, pero sin ningún Jack que viniera a mi rescate. El avión estaba re vacío y al otro lado del pasillo una señora dormía y la otra leía, mientras yo pensaba "acaso esta gente no se da cuenta de que vamos a morir?!". El avión se lo saltó todo y ojo que digo saltar porque decir turbulencia es un eufemismo en este caso. Pasé todo el vuelo apretando el asiento con una mano y con la otra me echaba viento para evitar vomitar ahí mismo. Cuando estábamos por llegar me porté como la señorita que soy, fui al baño, me tomé el pelo e invoqué a Munra. Muy poco feliz.

Al final llegué y viva (porque chupalla que temí por mi muerte). El panorama seguía sin ser muy feliz porque mi novio había alquilado en un hostal medio del terror, donde a la mañana siguiente fui atacada por la ducha a dos bandas: se cayó literalmente en mi cabeza y había sólo agua hiper caliente porque la fría no funcaba. Se arregló más tarde cuando nos cambiamos de pieza y mejoró mucho más cuando nos mudamos al depto nuevo al día siguiente. Está re bien ubicado, al lado del obelisco, por lo que ahora me voy caminando a mis clases en El Amante. Nos quedamos ahí hasta fines de mayo y la próxima semana empieza la búsqueda del depto definitivo.

No me estoy quejando de nada, sólo me pareció gracioso comentar mi muy accidentada llegada a Baires, jejejeje.

2 comentarios:

Claullitriche dijo...

...uf! aterrizaje forzoso!...

...una estadía que empieza así, sólo puede permitir que las cosas vayan cada vez mejor... ;)

...te sigo las pistas en este regreso a casa...mierda-mierda sis!

monologo dijo...

Y en los circulos siempre se repite la posibilidad de volver a empezar...la vida otro viaje

tres bananas con suerte